Reseña "El gato que curaba corazones"

julio 31, 2017

¡Buenos días lectores! ¿Cómo va a terminar este mes de julio? 

Hoy os traigo una reseña nueva. Esta vez, se trata de un libro diferente, un libro atípico, un libro que seguramente no veréis llenando las cuentas de bookstagram y de booktube. Y es por eso que me apetecía mucho hacer la reseña sobre él, ya que me gusta leer los libros que están de moda y que causan un hype tremendo, pero también descubrir libros nuevos que nadie me ha recomendado.


Llegó a mis estanterías gracias a mi novio, ya que lo vio en una librería y, como sabe que me encantan los gatos, me lo compró. Solo puedo deciros que... ¡acertó de lleno!



Título: El gato que curaba corazones
Autor: Rachel Wells
Editorial: Duomo ediciones
Edición: Tapa dura
Número de páginas: 384
Saga: No. Novela autoconclusiva.
Precio: No lo sé, fue un regalo, ¡y no quiero investigarlo! Pero al ser tapa dura, imagino que unos 15-18€.
Sinopsis: Como a cualquier otro gato, a Alfie le encanta pasarse el día dormitando en el sofá, delante de la chimenea. Le basta con unas cuantas caricias y algún que otro ronroneo para ser feliz, pero, de repente, se verá obligado a abandonar el hogar en el que se ha criado, se encontrará solo y perdido por las calles de Londres. Todo cambia al llegar a Edgar Road, un lugar lleno de jardines y preciosas casitas unifamiliares. Alfie comprende enseguida que solo allí conseguirá sentirse de nuevo como en casa. Únicamente allí podrá encontrar una nueva familia. 

Los habitantes del barrio, sin embargo, aún no están preparados para acogerlo. Demasiados absortos en sus problemas, no tienen tiempo para ocuparse de él, aunque pronto descubrirán que Alfie no es un gato cualquiera, sino que tiene un don especial: capaz de intuir los deseos mejor guardados de las personas, Alfie también puede reparar lo que el destino ha roto en sus vidas y de escuchar la melodía silenciosas de sus corazones.


Opinión (sin spoilers): 
"El gato que curaba corazones" es, sin duda, un libro para los amantes de los animales y una lectura que invita a la reflexión sobre el abandono animal y como los humanos tratamos no solo a los gatos, sino a todos los animales en general. 

La autora, Rachel Wells, ha tenido muchos gatos a lo largo de su vida y es por eso que decidió escribir este libro, para combinar dos de sus pasiones: los gatos y la escrita. 

Ha sido una novela que me ha capturado desde las primeras páginas, por todas las emociones que me ha hecho sentir, sobretodo la tristeza y la ternura. En demasiadas ocasiones, página tras página, no he podido evitar recordar que la situación del Alfie callejero de los primeros capítulos (¡no es spoiler, sale en la sinopsis!) es la situación de muchísimos gatos (y perros) día tras día... y, la verdad, no podía evitar sentir tristeza por ellos y rabia por todos esos "humanos" que provocan esta situación.


Sin embargo, adelgazaba más y más cada día. (...). Me sentía más triste de lo que jamás había estado y más solo de lo que creía posible.


Alfie es un gato muy especial, que no puedes evitar querer a lo largo de la lectura. También nos da momentos muy divertidos por las casas de Edgar Road. Así pues, con Alfie ríes y lloras y te angustias y te diviertes. Y, de vez en cuando, ¡ronroneas!

Para mí, que tengo una gata, ha sido increíble poder leer en muchos momentos de la novela pequeñas actitudes, hábitos, comportamientos y manías de Alfie, ya que veía reflejada mi gata. Estos momentos están perfectamente descritos, ya que la autora, como he dicho antes, es una amante de los gatos.

En definitiva, ha sido un libro conmovedor que no puedo dejar de recomendar a todo aquel que quiera una lectura fresca, diferente, reflexiva y emotiva. Creo que es una novela perfecta para cualquier momento: un fin de semana, una tarde, unos días en la playa... Pero, sobretodo, si eres amante de los gatos (o de los animales) esta lectura no puede faltar en tus estanterías.

¿Qué me dices? ¡Alfie te espera para curar tu corazón!


La gente cree que los gatos somos interesados y egoístas, pero la verdad es que eso se aleja bastante de la verdad. Yo era un gato dispuesto a ayudar a quienes lo necesitaran. Era un gato afable y generoso con una misión nueva y muy especial: ayudar a los demás.

Cuanta razón tienes, Alfie... ¡y que equivocado está el mundo!

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